Nací privilegiado, lo sé. Siempre tuve comida en mi plato, siempre tuve un techo, una cama, educación y una familia. El ser privilegiado es una combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos.
Todos deberíamos de ser privilegiados. Pero por desgracia, no todos lo son.
Es significante entender la diferencia entre lo urgente y lo importante, para poder planear. Debemos de entender el estatus de vida de los ciudadanos y lo que puede ayudar a que cada uno de estos, pueda tener las mismas oportunidades. Las oportunidades que “los privilegiados” tuvimos.
Esta encrucijada la vivimos todos, hay cosas urgentes y cosas importantes, pero rara vez hay cosas que son al mismo tiempo urgentes e importantes. Sin embargo, la realidad es que no siempre es así. Muchas veces los asuntos urgentes se resuelven a costa de lo importante. Para aprender a diferenciar lo urgente de lo importante y poder priorizarlo, es indispensable entender correctamente que significan que una tarea sea urgente o que sea importante.
Lo urgente, sin duda alguna es la atención a los más necesitados. Los programas sociales para que cada niño, mujer y/o adulto pueda estar en igualdad de circunstancias, al momento de buscar el desarrollo y el bienestar.
La urgencia también se da en la falta de infraestructura básica en los distintos rincones del estado. Los sistemas de drenaje, la trata y conducción del agua potable, el suministro de energía, la comunicación y el tránsito a través de la infraestructura carretera, el acceso a internet, hospitales abastecidos y con buena atención, y por supuesto, maestros en todos los municipios. Sin duda alguna, la urgencia recae en el punto de inflexión exacto, entre si un Hidalguense podrá salir adelante, o no. Esa es y será siempre, una de las responsabilidades del estado. Y sin duda alguna la tenemos presente.
Pero además de esto, existe lo importante. Lo importante está en entender que hoy, no hay espacios laborales, y que el estado debe de intervenir en generar las condiciones para que se generen estos espacios. Ya sea, a través de la creación de empresas, o el asentamiento de estas. Lo importante está en pensar que los Hidalguense debemos de pensar en el futuro de nuestro estado. En pensar como seremos uno de los principales productores de alimentos, un generador de fertilizantes y energía (¿nuclear?), en tener un hospital de especialidades, tener laboratorios de innovación, y hasta en ser el centro logístico más grande del país.
Sin duda alguna, lo importante está en entender que la ubicación geográfica nos permite ser esto y más. Nos permite ser el estado que logró salir de un letargo y encontró sus vocaciones regionales.
El lograr mantener un equilibrio entre lo urgente y lo importante, y el sostener una comunicación constante entre el gobierno y la ciudadanía, nos ayudará a que los planes se materialicen, y que le demos un rumbo a nuestras intenciones.
Lo urgente y lo importante. Esta gran frase (y el significado de esta) me la enseño una persona que creyó en mí y que me invitó a trabajar en el servicio público. Por eso y por muchas cosas más, siempre estaré agradecido.
Encontré mi vocación. Siempre supe que era servir. Pero también supe, que no debía de ser desde el privilegio. Servir desde donde se pueden llevar a cabo cambios. Servir en un lugar, donde el pueblo es primero.
Les deseo y les pido a todos, que sueñen, materialicen, construyan y encuentren sus vocaciones.
Deseo que tengan un gran 2023.
Vamos juntos a transformar el estado.
Miguel Ángel Tello Vargas