Militarizar no es Fortalecer: La Lección que México se Niega a Aprender

Militarizar no es Fortalecer: La Lección que México se Niega a Aprender Columna Miguel Tello Hay ideas que suenan bien, que apelan a nuestro sentido común y que, sin embargo, resultan catastróficas.

Una de ellas es la creencia de que sacar a los soldados a la calle para combatir al crimen es la solución definitiva. Es la fantasía de la “mano dura”, un espejismo que, como ha demostrado la dolorosa experiencia de México, puede terminar por devorar al propio Estado que pretende salvar. Desde hace años, hemos escuchado el mismo estribillo: ante la violencia del narco, necesitamos más fuerza. Y así, en diciembre de 2006, el gobierno mexicano lanzó una ofensiva militar sin precedentes.

La lógica parecía impecable. Pero hoy, con la perspectiva que da el tiempo y la evidencia, debemos hacernos la pregunta incómoda: ¿funcionó? La respuesta, respaldada por datos duros, es un rotundo no. No lo digo yo, lo dice la ciencia. Un estudio demoledor del politólogo Gustavo Flores-Macías, publicado en la prestigiosa revista Comparative Politics, funciona casi como el acta de defunción de esa estrategia. Su investigación es una autopsia rigurosa que desnuda una paradoja brutal: la militarización, lejos de fortalecer al Estado, lo desangró, quitándole sus dos capacidades más esenciales: la de proteger a sus ciudadanos y la de recaudar los fondos para poder operar.

¿Cómo es esto posible? El estudio lo explica con una claridad que asusta. Al lanzar al ejército, entrenado para la guerra y no para la delicada tarea de la seguridad ciudadana, se desató un infierno. Los cárteles no se amedrentaron; respondieron escalando su propia violencia. Para financiar una carrera armamentista contra el Estado, necesitaron más dinero que nunca. Y ese dinero ya no venía solo de la droga, sino de nosotros, los ciudadanos. Se volcaron a la extorsión, al secuestro, al cobro de piso. De pronto, el enemigo ya no era un traficante lejano, sino el criminal que exigía una cuota para no quemar tu negocio o secuestrar a tu hijo. La seguridad colapsó. Y aquí viene el golpe de gracia al Estado: cuando los ciudadanos sienten que el gobierno no puede protegerlos, y que en cambio deben pagarle a un criminal para sobrevivir, ¿qué incentivo tienen para pagar sus impuestos formales? Ninguno. Y así, el contrato social se hizo añicos. La investigación de Flores-Macías lo cuantifica de forma escalofriante: la estrategia militar provocó, en promedio, un aumento del 322% en los secuestros y una caída del 34% en la recaudación de impuestos en los estados intervenidos [1]. Es un círculo vicioso perfecto: más violencia genera menos actividad económica y menos confianza, lo que se traduce en menos ingresos para el Estado, dejándolo aún más débil e indefenso. Una frase de un grupo de empresarios de la época, citada en el análisis del video que originó esta discusión, lo resume todo: “Si el Estado no puede cumplir con su parte del trato, que es protegernos, entonces nosotros no vamos a cumplir con la nuestra, que es pagar impuestos”.

No es cinismo, es la lógica de la supervivencia. Esta no es una historia exclusiva de México. Es una advertencia para toda América Latina, donde la tentación de la mano dura sigue siendo el recurso fácil de muchos políticos. La lección es clara: la seguridad no se construye con tanques en las calles, sino con policías de proximidad bien pagados y capacitados, con sistemas de inteligencia financiera que asfixien las fuentes de financiamiento del crimen y con un sistema de justicia que lo garantice de forma efectiva. Es el camino lento, el difícil, el que no da fotos espectaculares. Pero es el único que funciona. Seguir insistiendo en la fantasía de la solución militar no es solo un error; es una receta para el desastre, una que ya hemos probado y cuyas cicatrices aún llevamos a cuestas. Es hora de aprender la lección.

Referencias: [1] Flores-Macías, G. A. (2018). The Consequences of Militarizing Anti-Drug Efforts for State Capacity in Latin America: Evidence from Mexico.

Comparative Politics, 51(1), 1-21. Disponible en:

https://www.researchgate.net/publication/329120760_The_Consequences_of_Militarizing_Anti-Drug_Efforts_for_State_Capacity_in_Latin_America_Evid ence_from_Mex

Compartir

Tags:

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Post comment