Desde hace ya algún tiempo he venido hablando sobre la importancia de los espacios verdes en las zonas urbanas. Sin embargo, las formas en las que podemos llegar a este escenario son diversas y los obstáculos que el gobierno puede enfrentar también son múltiples.


En cuanto a las posibles soluciones podemos encontrar una muy ingeniosa promovida por un profesor holandés llamado Cecil Konijnendijk. Esta propuesta consiste en que desde cada ventana puedan ser visibles al menos 3 árboles, esto permite que los habitantes puedan sentirse siempre rodeados de naturaleza si esta es accesible desde sus ventanas.


Por otro lado, propone que el 30% de cada colonia esté ocupada por zonas verdes, por ejemplo, con jardineras, camellones, huertos urbanos o cualquier otro espacio que contribuya con el objetivo. Este punto es igual de importante que el primero, porque se ha demostrado que los ciudadanos tienen una mejora significativa en su calidad de vida cuando están rodeados de naturaleza, mejorando incluso indicadores subjetivos como la felicidad.


Finalmente, el profesor propone que, en cada colonia, exista un parque a menos de 300 metros. Este punto sigue fortaleciendo los elementos ya mencionados en las propuestas 3-30, pero mejora aún más otros factores, sobre todo aquellos que tienen que ver con las relaciones de los habitantes en el espacio público, puesto que esto permite generar tejido social y puntos de encuentro para la participación ciudadana en distintos ámbitos. 


Otra ventaja de los parques es que aminoran el impacto de las lluvias al filtrar grandes cantidades de agua, lo que eventualmente disminuye la probabilidad de inundaciones. 


Además, recordemos que los parques y en general, los espacios verdes, disminuyen el impacto de las olas de calor y permiten brindar sombra para los ciudadanos y la fauna nativa.


Considero que esta iniciativa puede ser una excelente guía para mejorar los espacios verdes y por lo tanto la calidad de vida de las personas. No obstante, y como lo mencione al inicio, en un modelo económico como el neoliberalismo, las ciudades e incluso los pueblos y otras comunidades, son vistos a partir de la rentabilidad que pueden traer en términos de inversión, ya sea por el desarrollo inmobiliario que a inhibido el cuidado y la expansión de más espacios verdes o por la depredación de los mismos para el saqueo de sus recursos naturales.


Este hecho nos permite visualizar la importancia que tiene la voluntad política para realmente mejorar y multiplicar los espacios verdes en nuestra entidad, y sobre todo en Pachuca, pues debemos recordar que los gobiernos anteriores tomaron muchas decisiones que fueron convirtiendo a nuestra ciudad en un punto de exclusión del peatón y en una zona llena de concreto.


Por todo lo anterior, no debemos olvidar que no hay una transformación genuina si esta no viene acompañada con proyectos que rescaten nuestro medio ambiente y promuevan a la naturaleza como nuestro hogar y no como una simple mercancía. 


Miguel Tello Vargas

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