La crisis del agua es una crisis de salud, inversión y negligencia.
Históricamente, las civilizaciones han florecido donde hay fuentes de agua disponibles. Del mismo modo, se han derrumbado debido a la escasez de este único recurso. Hoy, la mitad de las ciudades más grandes del mundo sufren escasez de agua.
Para 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua. Hemos logrado grandes avances en la mejora del acceso al agua en la última década, pero todavía 2,100 millones de personas no tienen acceso a agua potable y la población mundial está creciendo rápidamente.
Aunque el agua parece estar en abundancia en nuestro planeta azul, solo el 0.014% por ciento de toda el agua es dulce y de fácil acceso. Con la forma actual en que usamos este valioso recurso, no podremos alcanzar el ODS 6: garantizar la “disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”. Es esencial que la comunidad mundial se una para tomar medidas audaces y radicales para garantizar el uso, la protección y el mantenimiento sostenibles de este recurso.
El acceso al agua potable es un derecho humano y los gobiernos tienen la responsabilidad de proporcionar a sus ciudadanos agua potable segura, limpia, accesible y asequible para todos. Sin embargo, esto está lejos de la realidad en muchas naciones del mundo.
México tiene “otra” gran crisis.
México es una de las primeras naciones que sufrirá por falta de agua; no solo el cambio climático influirá en esta problemática, también la contaminación y la falta de infraestructura para utilizarla con eficiencia.
Organismos internacionales apuntan a que la crisis de agua que enfrentará la humanidad rumbo al llamado Día Cero de la escasez de agua podrían intensificarse en países como México.
Además de las afectaciones ocasionadas por el cambio climático existen otros aspectos que ponen en riesgo el acceso al recurso hídrico en el país, como el desperdicio, la contaminación y la falta de políticas públicas para la protección de los mantos acuíferos nacionales.
Esta situación afecta a estados como Baja California y Jalisco, cuyas comunidades han sufrido el abuso de la actividad industrial adyacente a sus principales ríos; Morelos o Sonora, impactados por la contaminación producida por la generación eléctrica y la actividad minera; o la Ciudad de México, en donde la estrategia para el control y mantenimiento del drenaje genera pérdidas importantes del agua año con año.
En el periódico La Jornada, Angélica Enciso L. publica un alarmante encabezado:
“Cientos de municipios de México, con agua potable contaminada”
Y no es sino levantar la “tapa de cloaca” que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) conoce plenamente y se calla, porque esquiva la responsabilidad que corresponde “en rigor” a la Secretaría de Salud.
El artículo completo, que vale la pena reproducir dice:
“Lunes 27 de julio de 2020.
En centenas de municipios hay contaminación por arsénico, fluoruros y coliformes fecales en el agua potable. Tan sólo en 198 alcaldías de 22 entidades hay por lo menos 600 registros de contaminación por arsénico, el cual puede ocasionar cáncer de piel de vejiga, hígado, riñones y pulmones, entre otras enfermedades, indica un reporte de las organizaciones Cántaro azul, FanMéxico y el Inventario Nacional de Calidad del Agua.
A partir de información obtenida por las agrupaciones, vía transparencia, sobre los indicadores de calidad del agua del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), entre 2015 y 2019 se encontraron mil 900 reportes de presencia en el agua potable de coliformes fecales en 598 alcaldías de 28 entidades, así como alrededor de mil registros de contaminación por fluoruros en 227 municipios de 24 estados, sustancia que puede provocar fluorosis dental, rigidez esquelética, problemas neurológicos y renales.
También se observaron mil 900 registros de contaminación de agua por coliformes fecales, distribuidos en por lo menos 598 municipios de 28 estados de la República, los cuales provocan males gastrointestinales como tifoidea y salmonelosis.
El documento enviado al gobierno federal se realizó a partir de los resultados de pruebas de calidad de agua emitidos por el IMTA en el contexto del Programa Nacional de Bebederos Escolares con el fin de analizar la calidad del agua suministrada a los centros escolares por los organismos operadores municipales responsables de la dotación del servicio, de acuerdo con la legislación.
Con arsénico en el agua potable se reportaron 27 municipios en Puebla, 26 en Zacatecas, 24 en Jalisco, 20 en Hidalgo, 12 en Durango, 11 en Guanajuato, 10 en Nayarit, entre otros. Con fluoruro se reportaron 29 municipios en Guerrero, 20 en Coahuila, 17 en Durango, 14 en Chihuahua, 12 en Nuevo León y 12 en San Luis Potosí. En tanto, con coliformes fecales, se registran, en Michoacán 76 municipios, Chiapas 60, Guerrero 44, Puebla 62, Veracruz 43 y Tlaxcala 36.
En relación con las escuelas en cuya agua hay arsénico, en Puebla había 85, en Hidalgo 96, en Durango 67, Jalisco 53, Guanajuato 44 y Nayarit 39. Con coliformes fecales la mayoría estuvieron en Michoacán con 275; Chiapas 228, Puebla 144, Tlaxcala 113 y estado de México 112. En tanto, con fluoruro en Guanajuato y Coahuila se reportaron 162; Durango 140, Aguascalientes 134 y San Luis Potosí 83.
Las organizaciones indicaron que los dictámenes oficiales de calidad del agua muestran la presencia de esas sustancias nocivas para la salud que superan los máximos permisibles establecidos por la Secretaría de Salud (NOM-127-SSA1). Consideraron que en esta contaminación del líquido tiene que ver la sobreexplotación del agua subterránea, la deficiente gestión del agua por parte de los prestadores de servicios y una laxa regulación.”
A CONAGUA corresponde el manejo del recurso, su administración y asignación a los centros de población, para su operación a quien corresponde por Ley, los municipios, en forma directa o a sus operadores, normalmente organismos de agua potable y saneamiento, muchos de los cuales con carácter descentralizado.
Constitucionalmente, los servicios constituyen un monopolio natural a cargo de los municipios, sin que exista nacionalmente, ni estatalmente, un régimen de regulación formal administrativo, técnico o legal. No hay una autoridad nacional en materia de servicios de agua potable y saneamiento y la Secretaría de Salud nunca ha aceptado la responsabilidad del cumplimiento mínimo de certificar la calidad del agua que se entrega a la población.
A CONAGUA solo le ha interesado invertir en infraestructura y cumplir con metas de porcentajes de predios con tuberías para recibir hipotéticamente el líquido. Y el problema es bastante mayor que el mencionado por el artículo de La Jornada. La sobreexplotación, razón primaria de contaminación química, es un fenómeno extendido en el país y crítico en extensas zonas como el Bajío, la Laguna y la Altiplanicie. Y será mayor en cuanto se sigan explotando los mantos acuíferos, sin alternativas en muchos casos.
La contaminación biológica responde a mala operación, falta de regulación y falta de intervención decidida del gobierno federal que no registra el real problema de los malos servicios de agua potable y saneamiento, como algo urgente de atender institucionalmente, modificando de raíz la forma y el esquema de responsabilidades de los diferentes órdenes de gobierno.
Hablando del consumo doméstico, ¿Qué tan caro es tener agua en nuestras casas?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que nuestro país tiene una de las tarifas más bajas del mundo. Un estudio publicado por la institución en 2011 señaló que mientras en México se pagaban $0.49 dólares por cada metro cúbico, en Dinamarca la cifra subía hasta 6.40 dólares.
En la CDMX, el Sistema de Aguas (SACMEX) gasta 1,600 millones de pesos al año solo en energía para mover el líquido. El gobierno capitalino aplica un subsidio de 65% a 80% en el precio que pagan los ciudadanos, dependiendo de la zona donde esté ubicada la toma domiciliaria.
¿Cuánta agua se desperdicia por fugas?
Se estima que en las redes de distribución hacia el Valle de México se desperdicia cerca de 35% por fugas en las tuberías. De los 63 metros cúbicos por segundo que llegan, se desperdician 21.5.
Existen soluciones, pero primero hay que restablecer prioridades.
Estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que México se ubica en el séptimo lugar a nivel mundial en extracción de agua, con el 76% por ciento de la producción destinada a la agricultura y la ganadería, 9.6% por ciento para la actividad industrial y el 14.4% por ciento restante para consumo público (Se distribuye a través de las redes de agua potable; domicilios, industrias y a quienes estén conectados a dichas redes).
“Por principio, el derecho humano al agua es de uso doméstico; pasando por el agrícola y ya hasta el último son los usos industriales y para la generación eléctrica. Pero ahora está sucediendo todo lo contrario”, explica Juan Carlos Flores, abogado del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, quien considera que una nueva reforma a la Ley de Aguas Nacionales debe priorizar los tipos de consumo.
El especialista apunta que en las leyes de 1966, se hablaba de los usos preferentes del agua, destacando el consumo doméstico en primer lugar. Principios que en la actualidad van en retroceso.
¿Qué debemos de hacer nosotros? Cambiar nuestros hábitos.
Para evitar que el agua se termine, es necesaria la toma de conciencia y de acciones urgentes. Las autoridades deben hacer del agua, una prioridad de gobierno.
Evitar el Día Cero, es decir, el racionamiento del agua para consumo, es viable desde el punto de vista de expertos nacionales e internacionales. Sin embargo, es necesaria la toma de conciencia y de acciones urgentes para un mejor aprovechamiento del agua y para no desperdiciarla.
El experto de la UNAM, Manuel Perló, del Instituto de Investigaciones Sociales, señaló que más del 35% del suministro de agua se desperdicia por fugas, además que el precio de distribución es demasiado alto y el consumidor final no paga lo justo. Para el experto, las autoridades deben fijar una posición y hacer del agua una prioridad.
El desperdicio en infraestructura también debe terminar en el sector agrícola, y en el sector industria. Sin embargo, a nivel personal se pueden tomar acciones que afectan directamente a estos sectores y al de consumo personal, en el que diariamente se llegan a perder 22 mil 510 litros por segundo.
Algunas de las acciones que recomienda CONAGUA son:
Para uso personal
- Revisa periódicamente las llaves del agua y las tuberías, para evitar fugas.
- Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua, una para limpiar y otra para enjuagar, y no abusar de los productos de limpieza porque generan contaminación.
- Instala dispositivos ahorradores: economizadores de regaderas, llaves de bajo consumo, mezcladoras, herrajes de escusados y otros.
Para el baño
- Recolectar el agua de la regadera durante el baño y reciclarla.
- Cerrar las llaves al enjabonarse, lavarse los dientes o las manos.
- Aislar térmicamente las tuberías para ahorrar agua y gas.
- Utilizar tanques de no más de 6 litros de agua.
- Utilizar desodorantes sólidos o líquidos para el escusado. Esto ayuda a acumular algunas descargas de orina, eliminando malos olores, antes de dejar correr el agua.
Para la cocina
- Usar poca agua para cocer verduras.
- Reutilizar el agua para cocer los vegetales.
- No usar jabón para lavar frutas y verduras, pues contamina el agua y los alimentos.
- No vaciar el aceite sobrante de tus guisos por la coladera del fregadero.
Para el riego (agrícola):
- Impermeabilizar canales de riego.
- Calcular la cantidad de agua que requiere el cultivo para evitar desperdicio.
- Usar métodos de riego que requieran poca agua, como el goteo.
- Regar por la noche.
- Utilizar aguas residuales tratadas para cultivos destinados al alimento de ganado.
- Instalar equipos de medición de caudales para controlar las cantidades de agua para los cultivos.
- Selecciona cultivos adecuados al entorno físico.
Para reducir la huella hídrica
- Rellenar recipientes de agua. El agua embotellada incrementa la generación de residuos.
- Colocar filtros o purificadores en casa y evitar el agua embotellada. El costo por m3 (Mil litros) de agua del sistema de la ciudad es de 20 pesos, lo que equivale a aproximadamente 3 botellas de agua.
- Reducir el consumo de carne. Producir vegetales y semillas requiere una cantidad menor de agua. Pero principalmente, invertir en el desarrollo de biotecnología, para desarrollar mejores variedades genéticas, que usen menos agua y tengan más proteína.
- Preferir los alimentos locales y de temporada.
- Producir menos residuos, llevar tus bolsas y rechazar todo tipo de empaques y embalajes. Comprar ropa de buena calidad y atemporal que dure mucho tiempo. Utilizar las mismas prendas varias temporadas.
- Preferir los productos y servicios que empleen menos agua o que duren más.
Pero esto no será suficiente. Lo que salvará el planeta, será la biotecnología.
La agricultura y ganadería son los sectores que más agua utilizan y los que más la desperdician. Según la CONAGUA, 57% del total utilizado, se desperdicia principalmente por infraestructuras de riego ineficiente que se encuentra en mal estado, es obsoleta o tiene fugas. La superficie irrigada es de 6.3 millones de hectárea.
Las pérdidas por infiltración y evaporación son de más del 60% del agua que se almacena para uso agrícola.
Teniendo esto como antecedente, la principal prioridad del gobierno, debería de ser FOMENTAR Y/O INVERTIR EN EL DESARROLLO E INVESTIGACIÓN DE BIOTECNOLOGÍA VERDE.
La biotecnología en términos generales, expresa cualquier técnica que utiliza organismos vivos para crear nuevos productos, para mejorar los rendimientos de plantas o animales; se relaciona con la investigación, el desarrollo y la manipulación de organismos.
La biotecnología verde es aquella que se usa en la agricultura con el propósito de cuidar los recursos naturales a través del mejoramiento genético de las plantas, reduciendo el uso de agua, plaguicidas y fertilizantes o la producción de alimentos transgénicos más nutritivos. La ingeniería genética de plantas también promete la posibilidad de obtener organismos resistentes a condiciones extremas causadas por el cambio climático, como temperaturas elevadas o sequías para la alimentación de la población de nuestro planeta.
Nuestro país ofrece una oportunidad atractiva para el desarrollo de la biotecnología, ya que cuenta con gran biodiversidad, mano de obra capacitada y costos competitivos, así como con tratados de libre comercio con 45 países, una posición geográfica privilegiada, así como un marco legal y regulatorio accesible.
Por lo que corresponde la necesidad de plantear una estrategia de donde se determine el tipo de avances tecnológicos más convenientes para apoyar a los distintos sectores sociales.
En este contexto es prioritario buscar estrategias para aumentar la productividad, mediante la aplicación de tecnologías mejoradas a su vez utilizando menos recursos naturales, un reto en el cual la biotecnología tiene la posibilidad de convertirse en el actor principal de la contención del problema, mediante la aplicación de tecnológica en sistemas biológicos y organismos vivos, para la creación y modificación de productos o procesos para usos específicos, con un enfoque productivo y de sustentabilidad.