El escenario está listo: la legalización de la cannabis es inminente. En México, la discusión se aplazó hasta el punto tal que ya no pudo ser aplazable.
En materia jurídica la discusión fue encabezada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El máximo tribunal llegó a la conclusión de que “es inconstitucional la prohibición absoluta del consumo lúdico o recreativo de la marihuana”. Dicha resolución fue anclada en el derecho al libre desarrollo de la personalidad, que es la capacidad de los seres humanos de decidir libremente sobre su persona y su vida.
Los legisladores mexicanos (principalmente en el Senado de la República) han estado trabajando en la reforma de la legislación durante dos años desde que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó en 2018 que la prohibición de poseer y cultivar cannabis es inconstitucional. El tribunal ordenó al Congreso que enmendara la ley en consecuencia, pero la legislatura ha tenido dificultades para llegar a un consenso sobre el tema y se le han concedido varias extensiones de plazo para promulgar el cambio de política.
Dentro del Senado de la República, el principal líder e impulsor de esta ley, es el Hidalguense (mi paisano), Julio Ramón Menchaca Salazar.
Buena parte del debate para legalizar la cannabis se ha centrado en el uso lúdico, dejando de lado el uso medicinal e industrial. Estos últimos son una gran oportunidad para nuestro país en materia de salud y desarrollo industrial. Los usos del derivado del cáñamo son múltiples, se puede utilizar en papel, textiles, cosméticos, por su dureza y consistencia sus fibras se pueden usar en la construcción; por cierto, el uso de este material es altamente ecológico y resistente.
La legalización de la marihuana, como se le conoce en México, es mucho mas que el uso lúdico de la cannabis psicótica.
Por ahora los resultados del modelo prohibicionista en nuestro país, son francamente malos, han fortalecido a los grupos criminales y ha hecho que se ha desarrolle un caldo de cultivo, social y policial muy rentable para que los delincuentes potencien su poder económico y utilicen cómo arma principal, la violencia social.
La Ley más esperada del 2020
El día de mañana (Viernes 13 de Noviembre del 2020) comenzará una discusión sobre la cual se definirá la ruta crítica de la #LeyCannabis. Estimo que esta discusión se mantenga durante toda la próxima semana, obteniendo un “final feliz” a finales de la próxima semana.
Los senadores mexicanos han están circulando un proyecto de ley que tiene cómo finalidad legalizar la marihuana de manera lúdica y recreativa. Además, varias comisiones están programadas para celebrar una sesión conjunta sobre la legislación, el día viernes. El plan es trasladar la propuesta al pleno del Senado el próximo martes. Además, se busca que la ley mantenga este paso “fast forward” en la cámara de diputados (por que ya sabemos lo que puede pasar en la cámara baja).
La propuesta establecería un mercado regulado, lo que permitiría a los adultos mayores de 18 comprar y poseer hasta 28 gramos de marihuana y cultivar hasta cuatro plantas para uso personal, según un borrador del 8 de noviembre que pude revisar y constatar.
Pero los adultos tendrían que obtener una licencia de los reguladores (específicamente, del Instituto Mexicano del Cannabis) para consumir cannabis legalmente.
El Instituto Mexicano del Cannabis
La actual iniciativa propone la creación del Instituto Mexicano del Cannabis, una dependencia pública a través de la cual el Estado Mexicano controlaría el almacenamiento, comercialización, consumo, cosecha, cultivo, distribución, empaque, etiquetado, exportación, la portación, la producción y la venta del aún considerado enervante.
De acuerdo con el documento, este instituto emitiría cuatro tipos de licencias para controlar algunos de los actos relacionados con el cultivo, la transformación, venta y exportación o importación de la marihuana.
Pero también estas licencias abarcarían actividades auxiliares como la transportación y el almacenamiento y serian excluyentes una de la otra, por lo que una persona sólo podría solicitar un tipo de licencia (hasta ahora).
A través del instituto, las personas físicas y jurídicas podrán contar con una autorización para la venta de cannabis psicoactiva a mayores de edad en establecimientos autorizados, con la limitante de vender productos de cannabis mezclados con otras sustancias que aumenten sus efectos como alcohol, tabaco o cafeína. Además, el instituto establecerá los niveles máximos de tetrahidrocannabinol (THC).
Asimismo, se contempla el uso industrial del cannabis para su importación, exportación y comercialización, para lo cual el Instituto deberá emitir las licencias necesarias.
Este instituto también tendrá la capacidad para elaborar mecanismos y lineamientos para fomentar la investigación al uso del cannabis psicoactivo y no psicoactivo entre personas físicas, morales e institutos educativos.
En tanto que los científicos, especialistas y personas morales que busquen llevar a cabo investigaciones con esta planta tendrán que comprobar al Instituto su capacidad para llevar a cabo dichas pesquisas, con la condicionante de que quienes encabecen las investigaciones sean mexicanos y tengan un límite de capital extranjero de 20%.
La recaudación potencial
El senador Julio Ramón Menchaca Salazar, ha dicho que si bien los legisladores aún deben resolver los desacuerdos sobre la legislación que ya se presentó y avanzó a través de varias comisiones, la legalización de la cannabis podría llenar las arcas de Hacienda en un momento en que la economía está sufriendo un gran golpe bajo el distanciamiento social y las órdenes de “quedarse en casa”.
“Los agricultores en particular también se beneficiarán, ya que la propuesta de reforma los liberaría para cultivar marihuana y cáñamo industrial”, dijo el Senador Hidalguense.
“Tenemos esta oportunidad y la vamos a aprovechar”, dijo Menchaca, quien dirige el Comité de Justicia del Senado. “Asumiremos nuestra responsabilidad, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados”.
Si los legisladores regularizan el mercado de la cannabis en México, habría ganancias para el erario público de hasta 1,700 millones de dólares por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aseguró Eda Myrna Martínez Pazarán, presidenta del Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo.
Actualmente la economía mexicana necesita recursos para repuntar, tras el choque financiero que le causó la pandemia por Covid-19 y que podría durar hasta 10 años, por lo cual, la experta señaló que México debe reforzar y diversificar sus fuentes de financiamiento, sin que tenga que caer en la contratación de deuda internacional.
“Hay una proyección del potencial del mercado de la cannabis en México de cinco mil millones de dólares anuales para 2021, aunque no hay una fuente oficial, por temas de regulación y prohibiciones; sin embargo, de regularse también podría ser gravable, con una tasa conservadora de 35 por ciento del IEPS se habla de una base de 1,700 millones de dólares”, explicó Martínez Pazarán en entrevista con el diario La Razón.
Según datos de Statista, el valor de mercado de la cannabis en México se estima entre mil 800 millones de dólares y dos mil millones de dólares tan sólo el año pasado. De acuerdo con la misma firma, para 2024 se espera que el gasto legal de esta planta alcance los casi 43 mil millones de dólares en todo el mundo.
De enero a septiembre de 2020, los ingresos tributarios cayeron 0.9 por ciento a tasa anual. El IEPS registró un descenso de 3.7 por ciento, con 343 mil 110 millones de pesos, de los 387 mil 147 millones de pesos que se esperaban; mientras que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) decreció dos por ciento y el Impuesto Sobre la Renta (ISR) sólo aumentó 0.1 por ciento en el periodo referido.
La presidenta del Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo, que recientemente se adhirió al Consejo Nacional Agropecuario (CNA), señaló que, aun cuando no es la única solución de generar ingresos para el país, también se tiene la urgencia de crear y conservar empleos, pues este mercado genera 75 mil plazas directas en el sector primario.
“La cannabis es un tema que enfoca a todos los sectores desde la siembra hasta la comercialización. Su uso en temas farmacéuticos y otros insumos, como remedios herbolarios y su relación con el cáñamo, que tiene que ver con una industria igual de importante como las autopartes. Toda la investigación y mano de obra es un universo más grande de lo que podemos pensar. Sin embargo, es muy limitado el pensamiento de lo que se puede hacer con ella”, dijo.
Statista también detalló que el año pasado, aproximadamente 55 por ciento de los consumidores de cannabis adquirió este tipo de alucinógeno en el mercado negro, lo que supone un incremento de aproximadamente tres puntos porcentuales respecto a 2018.
Otro mercado potencial se encuentra en el sector terciario mexicano. Enrique de la Madrid, ex-secretario de Turismo, propuso en 2018 legalizar el consumo de cannabis en zonas turísticas con el fin de atraer un mayor número de visitantes.
Carlos Lizardi, excoordinador jurídico consultivo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), afirmó que el mercado mexicano es más amplio del que ofrecen Canadá, Estados Unidos, Australia y algunas naciones europeas, ya que la cosecha de esta planta tiene cuatro ciclos anuales, cuando en otras naciones son dos.
Por su parte, la Asociación Nacional de la Industria Cannábica en México (ANICAM) celebró que los legisladores mexicanos tomen en cuenta de forma más seria su regulación, pues afirmó que tiene un potencial cercano a los 30 mil millones de pesos. “Si queremos detonar una nueva industria, tenemos que empezar por la legalización del producto”.
La discusión más importante: La trazabilidad
Con la legalización vienen las regulaciones y las empresas inteligentes se adaptarán para hacer que los nuevos requisitos funcionen para ellas. Al final, el objetivo compartido (como industria, consumidores y gobierno) es el mismo: proporcionar productos seguros, confiables y de alta calidad.
Aquí es donde entra la trazabilidad:
Si un producto de cannabis no es seguro (el cannabis es vulnerable a los mismos tipos de peligros que la mayoría de los productos alimenticios), la reputación de toda la industria se ve afectada. Ganarse la confianza del público es el primer paso hacia regulaciones gubernamentales favorables. Con las próximas decisiones que decidirán los impuestos y la distribución, es más importante que nunca que los productores de cannabis puedan reaccionar rápidamente si se producen recalls (retiro de producto masivo), y eso significa tomarse en serio la trazabilidad.
LA TRAZABILIDAD INTEGRAL DEL CANNABIS TIENE MÁS IMPORTANCIA QUE LA LEGALIDAD
Una clave fundamental para producir productos de cannabis seguros y de alta calidad es la trazabilidad detallada. Muchos estados en EUA (Estados Unidos de América) requieren que las empresas de cannabis utilicen sistemas como Metrc, una tecnología que utiliza etiquetas RFID para rastrear el cannabis desde la semilla hasta la venta, con la finalidad de garantizar que nada se desvíe al mercado negro. Sin embargo, Metrc se enfoca solo en la cadena de custodia, no en la seguridad o calidad del producto.
Garantizar una cadena de suministro segura es solo una pieza del rompecabezas del cannabis. Los peligros para la salud pública, como la contaminación química tóxica, el crecimiento de moho y la contaminación patógena introducida por plagas o el manejo inadecuado de los empleados, deben controlarse para ganar la confianza del público y cumplir con las regulaciones. Los sistemas de trazabilidad obligatorios por los estados americano no abordan estos imperativos, por lo que una tecnología de seguridad eficaz que incluya la trazabilidad, además de sistemas obligatorios como Metrc, se ha vuelo necesaria para completar el panorama del cannabis. Esto ha hecho que se encarezca el producto, debido a que, en algunos casos, la legislación no incluye la trazabilidad.
A grandes rasgos, la trazabilidad es importante por cuatros aspectos importantes:
- Para retirar plantas y productos de cannabis considerados inseguros / adulterados
- Evitar que los materiales adulterados lleguen al mercado regulado y evitar que los materiales regulados lleguen al mercado negro.
- Permitir que los organismos reguladores rastreen las plantas y productos de cannabis hasta la fuente y el consumidor.
- Evitar que el cannabis llegue a aquellos para quienes no está destinado y/o permitido.
LA TECNOLOGÍA DE AUTOMATIZACIÓN RESPALDA EL CRECIMIENTO DE LAS EMPRESAS DE CANNABIS Y AYUDA CON LAS AUDITORÍAS
Los profesionales del cannabis son conscientes del escrutinio regulatorio al que se encuentra la industria y muchos han recurrido a la tecnología de automatización para ayudar a hacer frente a este escrutinio, así como para recopilar y gestionar todos los datos necesarios para el cumplimiento. Automatizar la recopilación de datos se amortiza de varias formas. Por un lado, las tecnologías de IoT (Internet of Things) interconectadas y en tiempo real que son accesibles a todas las instalaciones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, brindan a las empresas de cannabis las herramientas que necesitan para crear los mejores productos posibles ahora, además de proporcionarles los datos que necesitan para hacer sus productos aun mejor. Dado que las auditorías frecuentes son parte de la transición de legalización, la automatización también hace que la preparación para las auditorías e inspecciones sea cuestión de minutos en lugar de días.
Ron Sigman, director ejecutivo de la firma de consultoría de cumplimiento de marihuana Adherence Corp. y ex investigador de la División de Aplicación de la Ley de Marihuana (MED) en Colorado, enumera las violaciones más comunes para las empresas de cannabis que encontró durante más de 200 auditorías en una entrevista para Marijuana Business Daily. Estas violaciones incluyen:
- Problemas de trazabilidad de acuerdo con permisos vigentes, especialmente la contabilidad que no coincide con el inventario (demasiadas plantas u onzas de marihuana en las instalaciones).
- Problemas de seguridad como la falta de cobertura de cámara a temperatura ambiente suficiente;
- No actualizar las licencias;
- Formación inadecuada o incompleta de nuevos empleados.
Utilizando tecnología adecuada de trazabilidad en cannabis, ayuda a mitigar estos problemas al proporcionar notificaciones de inconsistencias en el inventario de los productores y/o comercializadores, vencimientos de certificaciones y más. La trazabilidad del cannabis debe poder manejar las complejidades de procedimientos como la extracción e inyección de terpenos. Con el rápido crecimiento de la industria, se debe poder establecer objetivos y realizar un seguimiento de los datos reales. Se debe poder rastrear, no solo las plantas de cannabis y los derivados relacionados, sino también todos los demás ingredientes, materiales y materiales de empaque utilizados durante la producción. Debe haber un seguimiento en cada etapa de producción y un sistema establecido para garantizar que toda la capacitación de los empleados esté actualizada. El mantenimiento preventivo debe programarse y seguirse, y los peligros deben identificarse y controlarse. En el caso de una auditoría o recall (retiro masivo de producto por inconsistencias o faltas a la salud), deben estar disponibles cálculos precisos de balance de masa para contabilizar cada gramo de producto, incluidos los ingredientes que no son de cannabis como el aceite de coco y los materiales de embalaje como bolsas y etiquetas.
La trazabilidad detallada puede marcar la diferencia entre que una empresa de cannabis mantenga su licencia o cierre. “Las empresas tienen que hacer un esfuerzo diligente para cumplir con las normas los 365 días del año, porque nunca se sabe cuándo una agencia reguladora va a llamar a su puerta”, dice Sigman. Saber exactamente qué salió mal, cuándo y dónde le permite a una empresa hacer cambios para que no vuelvan a ocurrir fallas.
EN EUA SE EXIGIRÁN ESTÁNDARES MÁS ALTOS
El estándar buscado por la mayoría en la industria del cannabis es solo la certificación GMP (Good Manufacturing Practice), que en realidad es el nivel más bajo de certificación posible en la producción de alimentos. Con la demanda pública de comestibles y concentrados en aumento y los principales minoristas luchando por sentarse en la mesa, la demanda de transparencia por parte de los productores y fabricantes aumentará. Las compañías de cannabis pronto descubrirán que el cumplimiento de las GMP simplemente no será suficiente para ganarse la confianza y expandir su participación de mercado, especialmente cuando se trata de comestibles y concentrados.
“Todos los días, los pacientes expresan interés y seguridad de querer saber que los alimentos y medicamentos que consumen son seguros y de la mejor calidad disponible”, dice Lindsay Jones, presidenta de Curaleaf Florida, la primera compañía de cannabis medicinal en Florida en lograr la Certificación SQF. La certificación Safe Quality Food (SQF) garantiza que una empresa cumpla con los más altos niveles de seguridad y calidad de manera confiable. Curaleaf ha establecido un nuevo estándar en la industria que otros se verán obligados a seguir.
La adopción de conceptos de seguridad y trazabilidad que la industria alimentaria desarrolló durante muchas décadas puede generar enormes beneficios para las empresas del cannabis, pero será interesante ver cómo la tecnología evoluciona para adaptarse a las necesidades específicas de los minoristas y consumidores. Imaginemos un sistema de trazabilidad que garantice la seguridad y la calidad al mismo tiempo que realiza un seguimiento de la consistencia y la potencia.
Estoy convencido que México está listo para adaptarse a esta nueva normalidad que trae el mundo del cannabis, creo que la mejor manera de calmar el temor y combatir el estigma asociado a la planta es compartir información veraz de las experiencias en mercados regulados con el objetivo de crear una nueva cultura mexicana de consumo educado y responsable del cannabis y sus derivados.